miércoles, 3 de abril de 2013

El loco Montoro ataca de nuevo





Y sigue haciendo el mal. El viejo tertuliano tan parecido al empresario villano de los Simpson  ha vuelto a sacar el revolver y ahora tiene la iniciativa de impulsar la ludopatia en España, como si no tuvieramos bastante con la ferviente Esperanza Aguirre y adlateres en Eurovegas... Una muesca mas a costa de las victimas del pistolero liberal.

Antes los premios de los juegos legales y oficiales, iniquidad moral del Estado Español desde principios del siglo XX la de propiciar el juego alegando que es un instrumento economico de equilibrio de rentas, los premios estaban exentos de impuestos. Ya no. Pero ahora se da otro paso y es hablar de la deduccion de las perdidas del juego en las declaraciones de renta. Ni a los hermanos Marx se les hubiera ocurrido un chanchullo semejante en plan jocoso. Por un lado se grava a los enfermos que juegan si ganan y por otro se les podra deducir en la declaracion de renta las perdidas. Eso en serio, no es creible en Occidente, quiza en la Republica Dominicana de Papa Doc y los tonton macutes, el Congo con sus coroneles y sus matanzas ¿Tal vez en Corea del Norte? El alistador de mercenarios catalan para Corea del Norte a estas horas sigue en libertad aunque leyes hay que prohiben no solo tal actividad sino tambien el combatir al servicio de una potencia extranjera. ¿Lo aboliria Aznar para poder aportar tropas a Bush en Irak? Como digo hay que frotarse los ojos ante los desatinos de este sujeto afectado del mal de alturas que hace enfermar a algunas personas predispuestas a la locura del gobernante.

Una imagen vale mas que mil palabras.

Mal futuro y mal moral tiene un pais cuya publicidad oficial ofrece el Paraiso del dinero facil y la vida resuelta patra siempre solo con comprar un boleto, un pais que adora futbolistas y desprecia intelectuales llamandoles sabios en su chulesca ignorancia. Eso es lo que tenemos y eso que no sabemos que libros lee el Jefe del Estado que a lo mejor llevabamos sorpresa. 

Asi que nos debatimos entre la ignorancia de comprension del mensaje montoriano y la inutil esperanza de que España sea alguna vez un pais serio.