sábado, 2 de marzo de 2013

El Centro Español de Moscu cerrara en Abril










 
 CULPABLES ANTE LA HISTORIA: Partido Nacionalista Vasco
                                                            Partido Socialista de Euzkadi
                                                            Partido Socialista Obrero Español
                                                            Partido Popular
                                                                                  Gobierno de España

Esta es la historia de un grupo de niños vizcaínos que fueron evacuados al extranjero durante la guerra y que después de varias vicisitudes acabaron encontrándose y compartiendo un destino común en un edificio de la Chaussée d'Alsemberg, en Bruselas, donde permanecieron hasta finales de 1939. La acción se inicia cuando la primera expedición organizada por el gobierno de Euzkadi sale del Ayuntamiento de Bilbao y concluye cuando los niños de las diversas expediciones regresan, casi tres años después, a la estación de Achuri. Aunque la mayor parte del relato transcurre físicamente en el extranjero, El otro árbol de Guernica es, en esencia, una novela de esperanza española y una declaración de amor a Vizcaya; una Vizcaya entrañable, evocada y sensibilizada por la lejanía, la guerra y la añoranza, y que adquiere en el desarrollo argumental la dimensión de protagonista. Este no es un libro de restas, sino de sumas, y ha sido escrito con la serenidad y la melancolía de lo que ayer fue dolor en carne viva y hoy es historia, con el desasimiento de más de un cuarto de siglo de distancia y con la esperanza de lo que une y no con la pasión de lo que separa. Porque mientras los adultos combatían en España por aquello que les separaba, los niños evacuados al extranjero lucharon infantil y tenazmente tratando de mantener vivo e intacto todo aquello que les unía: sus raíces comunes, su pasado casi idéntico, el idioma y el recuerdo de sus casas, de sus pueblos, de su patria. Estos niños y estas niñas combatieron en otra guerra: una pequeña guerra sorda y desconocida, heroica y difícil, que ellos ganaron, tras las tapias altas y grises del «Fleury», hace ahora treinta años. Creo que debo subrayar que esta es una novela testimonial, un documento real. He añadido algún personaje, he desfigurado nombres y siluetas y he inventado, aquí y allá, alguna escena; pero todos los sucesos y personajes principales son —incluidos algunos episodios que pueden asombrar un tanto al lector— absolutamente verídicos. Sé que cuanto aquí relato ha sido vivido y no inventado, y sé por qué lucharon y cómo ganaron su guerra estos vizcainitos, estos españolitos de Alsemberg... porque yo era uno de ellos.
L. de C. Primera parte 

 
 Una de las multiples ediciones de la novela de Castresana

Me he permitido reproducir la presentacion de Luis de Castresana de su libro "El otro arbol de Guernica", Premio Nacional de Literatura de 1967 y del que hay pelicula, lo que significa que tiene su valor literario pero fue escrito y publicado bajo las armas del franquismo que fusilaba y en consecuencia no puede tener demasiada denuncia de ese franquismo que produjo esos hechos. . Pero Castresana y sus vizcainos pudieron volver. Otros muchos no. Y como tantos exiliados jalonan con sus tumbas todas las rutas del mundo.

Hace años,  yo pasaba a las siete y media de la mañana camino de la redaccion del diario ALERTA de Santander. A las 8 entraron los obreros que se suponia estaban rehabilitando el edificio y se derrumbo, me salve por media hora ya que pasaba siempre por su fachada. La causa oscila entre el derribo equivocado de un muro maestro en un piso y la cochambre de los constructores de la postguerra atentos al beneficio a costa de la vida ajena con cemento devaluado. Como comprenderan si habia o no habia seguro era importante lo que se pusiera en los papeles.

Pero antes yo habia estado una vez en ese hotel. En una de sus habitaciones una tarde me esperaba para un reportaje un anciano, uno de aquellos niños que en la guerra civil salieron de España en muchos casos para no volver a ver jamas a sus familias, victimas todos del franquismo y sus cunetas que hoy protege el Partido Popular y un mal llamado PSOE empeñado en templar gaitas para que no afecte aL negocio del sistema bipartidista con dosis homeopaticas  de democracia faltriquera que nos dejo Franco en plan Restauracion canovista.

Me impresiono la historia de aquel hombre desgraciado como tantos que al menos sobrevivio. Algunos de los niños mayores se presentaron voluntarios para luchar contra los nazis(y la Division Azul que les ayudaba en la invasion de la Union Sovietica) tras la invasion de Hitler. Eran unos 3.000 solo en la Union Sovietica. Y desde luego en aquella guerra se comportaron y hasta les dieron medallas. En el otro bando se las dieron a la Division Azul, Division 250, otra novela, esta vez de un policia llamado Tomas Salvador. Desgraciadamente ademas de la literatura estaba la realidad y los muertos.
 
Portada del libro de Tomas Salvador

En opinion de Francisco Candel, Tomas Salvador, que fue voluntario a la Division Azul (la 250 de la Wermacht) que tambien seria Premio Nacional de Literatura y Premio Planeta no era en absouto, pese a su profesion de policia, un hombre del Regimen de Franco.



A los Niños de la Guerra los desahucian en Moscu. (PUBLICO.ES)
28 feb 2013
Hace unos meses, los que fueron Niños de la Guerra, hoy ancianos octogenarios y nonangenarios, recordaban en su centro cultural de Moscú los 75 años de aquel durísimo exilio al que les condenó la Guerra de España, cuando hubieron de salir de los puertos del norte con destino a la Unión Soviética. De aquellos tres mil y pico niños apenas sobreviven y residen allí  unos setenta, sobre los que pesa la inminencia de ser desalojados del Centro Español en Moscú –su punto de encuentro durante casi sesenta años- si el Gobierno de España no lo remedia, algo que debería ser posible teniendo en cuenta que ese centro recibió de ese mismo gobierno la medalla de honor  de la emigración en su categoría de oro. Ya hace años, también se dio la  amenaza de desahucio que pesa ahora sobre el Centro Español por no poder hacer frente a una abusiva subida en el alquiler del piso que ocupa.
El presidente del colectivo, Francisco Mansilla, expuso hace un año la maltrecha situación económica del Centro a la directora general del Imserso, Purificación Causapié, a quien solicitó una magra subvención “porque la reducida cantidad de españoles que vamos quedando no nos permite ya autofinanciar los gastos”. En su carta le decía que quedaban unos 170 “ex niños de la guerra, la mayoría de ellos esparcidos por todo el territorio ruso; tenemos a una que vive en el lejano Oriente, a más de 8.000 kilómetros de Moscú”. Recalcaba que “queremos seguir siendo españoles” y añadía que la ayuda era imprescindible “para no tener que pedir limosna a otros organismos o cerrar el centro”. Le respondieron con un formulario, lo rellenaron y recibieron la respuesta negativa a la petición de ayuda porque no cumplían los parámetros de un baremo burocrático al uso, y de nada sirvió una segunda carta de Mansilla en la que expuso: “No podemos vivir sin el Centro Español, que es un pedazo de nuestra Patria en Rusia”.
Solicitaron después la ayuda del diputado socialista Ramón Jaúregui, quien envió una carta a la ministra Fátima Báñez con la petición de una consideración especial, pero sin resultado. Así las cosas, y puesto que la mayoría de los socios son de origen vasco –todavía impresionan las imágenes de la filmografía rusa sobre la evacuación de Bilbao tras los bombardeos de los nazis (Gernika y Durango) y el embarque de los niños–, el lehendakari socialista Patxi López se comprometió a aportar la ayuda de 10.000 euros anuales que solicitaban.

Los españoles de pago solo pagan si les pagan. Pobre patria la de la derecha de España

Pero el expediente de ayuda de la Agencia de Cooperación Vasca quedó sin tramitar, según informó la exdirectora de Acción Exterior del Gobierno Vasco, Marta Arés. Su sucesora, Marian Elorza, ha recomendado a la secretaria de la Asociación Guerra y Exilio (AGE), Dolores Cabra, que reinicien el proceso de tramitación, lo que a tenor de los plazos no evitará el desalojo cuando en abril llegue la factura trimestral del alquiler y los socios del Centro Español de Moscú no puedan pagarla. Puesto que de los gobernantes del PP no cabe esperar nada y de los demás, sólo largas,  con lo que el foco de cultura y memoria española en Rusia desaparecerá.
 Tienen la desgracia de ser españoles. Un mal como otro cualquiera.

“El tiempo se acaba y los políticos miran hacia otro lado”, afirma Dolores Cabra. “Unos (el Partido Socialista de Euskadi) y otros (el Partido Nacionalista Vasco), como si aquellos octogenarios y nonagenarios en Rusia no pertenecieran desde esa dañada y traumatizada infancia al mismo pueblo vasco que ellos, a ese pueblo del que tuvieron que salir al exilio forzoso para aún vivir y morir en otra guerra más terrible que la de España. Esos políticos vascos los miran desde las cumbres, sin tiempo, sin ganas, con pereza y desidia. En realidad deben estar pensando que vaya molestia, consumen una prestación, no aportan, su voto no afecta y comen todos los días y a veces están enfermos y gastan en sanidad. Los dos políticos con los que he hablado para que intenten resolver el tema, Josu Erkoreka (PNV) y Patxi López (PSE), me han defraudado profundamente. Ellos pueden solucionar el problema y sólo si esto sucede antes del inevitable desahucio en abril, me retractaré de lo dicho. Ojalá sea así”.


Pero a lo que ibamos. Los ancianos del Centro Español de Moscu hace mucho que pusieron la rojigualda en sus paredes, y ni por esas, que la patria es la patria mientras no nos toque la cartera. Y pueden ustedes suponer el interes que tiene el PP porque siga abierto algo que recuerde las guerras de los antepasados. Los ancianos han creido, equivocadamente en mi opinion, que la democracia espoañola es parecida la republicana solo que con Monarquia. En su momento les recibio el Jefe del Estado que bastante tiene con alimentar a su prolifica familia y acabo de ver una foto reciente de Zapatero con la Comision que ha venido de Moscu por si se puede hacer algo. Quedan 70 españoles en Moscu y menos de 200 en la Federacion Rusa, hasta en Siberia hay alguno. Los de Moscu son chavales de 79 años el mas joven y superando los 90 el mas viejo. Tres ciclos de Lengua Española, un curso de Flamenco y un Coro. El suicida frustrado señor Wert bastante tiene con su guerra con los catalanes como para preocuparse de que esa misma lengua que pretende imponer manu militari en un sitio se muera en Moscu...  ¿Y el Instituto Cervantes? No es seguro pero parece que solo esta para gente mas jovencita. No saben los pobres que una tal Esperanza Aguirre se empeñaba en subvencionar el flamenco en la Comunidad de Madrid y a los de fuera ademas de rojos que les den, que no hay cosa mas castiza y madrileña que unas sevillanas entre los chinos de Lavapìes. Pero asi es ella.

El Presidente del Centro recurrio a Felipe de Borbon, al Defensor del Pueblo, a empresarios... Caldera paso por alli una vez y se hizo la foto. Si, Caldera ese señor de la pilleria de la Amy Martin, la firma mejor pagada de España con cargo a las subvenciones de los españoles a las fundaciones de los partidos... Para el Centro Español de Moscu la Fundacion IDEAS no tiene un euro. Y de FAES no digamos.

Y no pasa nada. 

Y alguien dira ¿Y porque siendo carlista escribes de estas cosas? Y la respuesta es bien sencilla: soy coherente, soy carlista y soy socialista, quiza ni feo ni catolico ni sentimental pero tampoco soy un cantamañanas del discurso sin acciones. Soy el mismo que clama en el Partido Carlista por una toma de posicion activa sobre la guerra civil y las cunetas, y que todo no se quede en cuatro palabras olvidadas, que a  este pais le sobran palabras, abogados y Barcenas. Y seguramente le sobra hasta la Monarquia para los tiempos que corren y las Corinnas Bond que se nos llevan el presupuesto, segun aparenta la realidad y fotografia el Hola. Segun dicen, la leyenda que yo habia puesto en otro post, va en un reloj y no en la pulsera. Pero para los viejos de Moscu no hay ni carbon. Pero eso si, video para el telediario y foto para el album de las visitas. Maldita España que abandona a su gente. A ver si alguien se mueve y no cierran el abril.

Caradeplata